Hola, soy Rocio, soy Argentina, vivo en España y soy mamá. 

Soy Licenciada en Psicología, Especialista en clínica de niños con orientación Psicoanalítica, Acompañante Terapéutica y Terapeuta en Biodescodificación, graduada en Argentina.

Me he formado en Coaching, Neurociencias y en patologías graves en la infancia. He continuado mis estudios en España como Terapeuta formándome en Gestalt, Programación Neurolingüística, Psicología Positiva y Mindfulness. Actualmente continúo formándome en psicología cuántica.  

Durante varios años me he desempeñado como Psicóloga Clínica y he trabajado al mismo tiempo en una organización bancaria que me ha dado felicidad y varios dolores de cabeza también. Este camino “combinado”, me ha llevado a estar hoy acompañando mujeres en su camino de desarrollo personal ya sea en el formato de terapia individual como en el grupal (círculos de mujeres), como así también en su proceso de sanación de enfermedades físicas o conflictos emocionales, a través de la terapia de Biodescodificación.

Incluyo el acompañamiento en maternidad y crianza porque creo que son momentos de la vida que nos empujan a evolucionar, pero que necesitamos mucho sostén para poder hacerlo sin «enloquecer» en el camino.

El trabajo terapéutico propio realizado desde mi adolescencia, me ha permitido diseñar mi vida de una manera que me de equilibrio y felicidad y llegar a ser la persona que quiero ser. 

No imagino la vida sin analizarnos, sin pensar en por qué hacemos lo que hacemos, sintiéndonos mal durante años sin hacer nada al respecto. 

Agradezco haber tenido la suerte de encontrar a una profesional maravillosa para acompañarme en este camino durante tantos años. 

No es fácil dar con la persona indicada, aquella con la que congeniamos, con la que nos sentimos comprendidas y que tiene las palabras justas para hacernos accionar. 

El trabajo de terapeuta es un arte, implica mucho amor, porque solo desde el amor podemos escuchar al otro, solo desde el amor podemos dar al otro la mirada que necesita recibir, solo desde el amor podemos acompañar.

En este momento de mi vida, siento que tengo ese amor disponible, la experiencia y los conocimientos necesarios para acompañar a otras personas tal y como fui acompañada yo, a que sean escuchadas, comprendidas y que puedan recibir una mirada amorosa y una palabra justa que les permita “diseñarse” según su deseo.

¡Te acompaño!

Rocío.