Recomendaciones sobre el uso de la tecnología y los niños

En otro artículo hablé sobre los riesgos del uso de la tecnología como sustituto de la función materna y paterna. Aquí te doy consejos para que puedas usarla de forma saludable.
Sé que esto es difícil de conseguir, por eso te dejo algunos puntos clave a la hora de gestionar el uso de la tecnología en la infancia.
Mitos sobre el uso de la tecnología en la infancia
El uso de la tecnología no es necesario en la infancia. Los seres humanos estamos preparados para desarrollarnos de forma saludable sin ella.
Tus hijos no tendrán problemas para aprender a usar la tecnología cuando sean mayores, incluso si no la han usado de pequeños. Cualquiera puede aprender a usar tecnología rápidamente, como hemos visto con nuestros mayores.
Lo que se pierde en desarrollo durante la infancia no se puede recuperar después.
Usar tecnología no nos hace más listos; al contrario, las habilidades más valoradas en el ámbito laboral actual se adquieren a través de la crianza, no con una tablet.
Es un error pensar que usar tecnología nos ahorra problemas. El problema solo se pospone para más adelante, con mayor gravedad y dificultad de gestión. Aquí hablo más de este tema.
7 Consejos para usar tecnología en la infancia
Cuando decidas darle tecnología a tu hijo, pregúntate: ¿Estoy sustituyendo mi función con tecnología? ¿Podría enseñarle a calmarse en vez de calmar el llanto con un móvil?
Si tu hijo te “molesta”, quizá haya algo que necesita aprender. ¿Lo enfrentas o lo postergas esperando que se le pase?
Si no tienes otra opción más que darle tecnología porque realmente no tienes la ayuda necesaria, hazlo sin culpa. Pero cuando puedas, retoma el proceso que quedó aparcado. Siempre hay una oportunidad.
Si en su entorno hay un uso perjudicial de la tecnología, coméntalo y comparte información. Plantea el tema con familias del colegio y con los profesores. Todos quieren lo mejor para sus hijos.
Fíjate en qué situaciones sueles usar la tecnología con tus hijos y busca alternativas. Por ejemplo, si te gusta ir a un restaurante, hazlo. No tiene sentido exigir a los niños que estén en situaciones que no pueden gestionar por su edad. No digo que no vayas, pero elige un sitio con juegos o menos ruido, y si el niño grita, que no resulte molesto. O no te quedes mucho rato, aprende a ver cuándo necesita volver a casa. También puedes llevarle algo para jugar, dibujar o leer. No pretendas mantener una charla larga con otros adultos sin incluirle. Tendrás que levantarte a menudo para darle aire. Hay muchas opciones. Escoge la que mejor te venga y si no estás con ánimo para hacerlo todo eso, siempre puedes ir otro día.
Si tus hijos quieren hacer un uso recreativo de la tecnología, permítelo con normas claras y tiempos establecidos. Intenta mantener un equilibrio entre el tiempo de juego, la relación con sus iguales, al aire libre y el tiempo de uso de tecnología. La rigidez no es buena compañera.
Pide ayuda si sientes que te faltan herramientas. Las hay de muchos tipos.
Vas por buen camino
Si estás leyendo esto, ya tienes un compromiso con tus hijos y su desarrollo. Si sientes que no lo venías gestionando de la mejor manera, aún estás a tiempo de cambiarlo. Siempre será tu decisión.
Si quieres más información, te recomiendo seguir a Beatriz Janín. Tuve la suerte de tenerla como profesora en el posgrado de niños y tiene una mirada muy interesante sobre este tema.