Trauma y Sistema Nervioso

Consecuencias del trauma en el sistema nervioso

Si algo de lo que viviste en toda tu historia, superó tus posibilidades de gestión del momento, pudo haber resultado traumático para tí. Entérate en este artículo de las consecuencias del trauma en el sistema nervioso.

 

Cómo actuamos frente a una situación traumática

Como vimos en este artículo, cuando nos sucede algo que sobrepasa nuestras posibilidades de procesamiento (situación traumática), intentamos solucionarlo pidiendo ayuda.  Para esto utilizamos herramientas de conexión social, la expresión facial, por ejemplo. Si eso no funciona, intentamos huir y defendernos. Si esto tampoco funciona, entonces, nuestro  sistema nervioso, «nos apaga».

Ahora bien, ¿Qué pasa con todo lo que sucedió mientras estábamos apagadas?

Veamos un ejemplo del mundo animal.

Los mamíferos, cuando son cazados por otros mamíferos, y sienten que no pueden escapar, pueden «fingir» que están muertos, quedándose inmóviles. Tienen el mismo funcionamiento que los humanos. Esto es porque el sistema nervioso ventral permite calmar totalmente el cuerpo. Sin embargo, aunque el cuerpo esté inmóvil, la situación estresante o traumática, deja huellas. Toda la adrenalina del miedo y las emociones de angustia quedan «retenidas» en el cuerpo.

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¿Qué ocurre en el cerebro como consecuencia del trauma?

Dentro del sistema límbico, la amígdala es la mediadora de las reacciones emocionales. Trabaja con la memoria y con lo que se registra en el cuerpo.

Cuando nacemos, la amígdala ya está totalmente desarrollada. Nos ayuda desde el cuerpo y la emoción a procesar lo que sucede.

Otra parte importante es el hipocampo. Este nos ayuda a traducir la experiencia emocional en una narrativa, en una historia. Nos permite procesar lo sucedido.

Al hipocampo, podemos llamarlo el integrador. Procesa estas experiencias corporales y sensoriales y les da una narrativa. Aunque esta narrativa no es del todo racional, estas experiencias son «digeridas» para obtener un significado.

El hipocampo termina de madurar hacia los 2 años y medio o 3 años de vida. Por eso, todas las experiencias potencialmente traumáticas, difíciles de procesar o interpretar, hasta los 3 años no son totalmente elaboradas por él. Esa memoria queda registrada en el cuerpo y no tenemos acceso a ella a través de lo racional.

El cerebro «más nuevo», el Neocortex, es el llamado racional. Nos permite racionalizar la experiencia corporal y emocional, para poder integrar todo lo sucedido.

Entendamos, sin embargo, que es una traducción, un procesamiento. Pero la experiencia de un modo más real es la corporal o emocional.



El cuerpo, el trauma y el sistema nervioso

¿A dónde van a parar esas experiencias traumáticas acumuladas? Al cuerpo.

Cuando el sistema nervioso nos «apaga», la parte del cerebro encargada de mantenernos conscientes del momento presente, también se apaga. Las vías del recuerdo y el habla quedan obstaculizadas. La persona no puede comunicar lo que está ocurriendo, ni a los demás, ni a sí misma.

Esta paralización puede durar años, y una persona puede continuar con su vida en este estado.



Descargar el estrés acumulado en el sistema nervioso

Volvamos al ejemplo del mamífero. Cuando el ataque termina porque el atacante se retira al ver que su víctima parece muerta, la víctima se pone de pie y sacude todo el cuerpo por varios minutos. Esto descarga todo el estrés acumulado y la química generada.

En general, los humanos no hacemos esto. Algunas personas descubren que una «descarga» después de un día estresante, como correr o hacer actividad física, les ayuda. Sin embargo, en términos generales, tenemos poca información sobre nuestro ser como un todo. Estudiamos el cuerpo por un lado, la mente por otro, y con suerte el espíritu por otro. No aprovechamos los conocimientos sobre el ser de manera integrada.

Lo que no procesamos queda guardado en el cuerpo. Manda mensajes inconscientes a nuestro cerebro y nos da órdenes. Nuestras acciones están motivadas por cuestiones inconscientes y como vimos en este artículo, luego las justificamos mediante el intelecto o la racionalización.



¿Entonces cuáles son las consecuencias del trauma para el sistema nervioso?

Resumiendo, lo que sucedió queda guardado en el cuerpo como un recuerdo inconsciente y puede limitarnos. Cada vez que vivimos una situación similar a la traumática inicial, nuestro sistema nervioso reacciona automáticamente como si fuera la misma situación. Esto distorsiona nuestra percepción de la realidad. Es como si el filtro con el que vemos la realidad estuviera sucio. Esto puede traer consecuencias en la vida, problemas de pareja, trabajo, con los hijos, y conflictos repetitivos que no sabemos cómo solucionar.

Muchas veces, al hacer terapia, limpiamos ese filtro y vemos la situación de otra manera. Esto nos permite resolver conflictos y accionar de una nueva forma.

Si crees que algo de que lo explico aquí te está trayendo problemas en tu vida, escríbeme! 

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