Aprende aquí a gestionar rabietas

Una de las tareas más importantes de una mamá o un papá es la de gestionar las rabietas, o más precisamente, los desbordes emocionales.

Cómo hacerlo es el gran desafío. Aquí te comparto algunas pautas para hacerlo de manera respetuosa que seguramente te ayudarán.

¿Cómo gestionar rabietas?

¿Por qué gestionar rabietas nos puede resultar muy difícil ?

Habrá tantos motivos como personas, pero se me ocurren algunos que pueden incluir a muchos:

  • Porque nadie nos enseñó a hacerlo. No hay escuelas para madres y padres, aunque creo que debería haberlas.

  • Porque no tuviste un modelo. Quizá te criaste sola o tus padres estaban de alguna manera ausentes y no se ocupaban de lo que tú sí te quieres ocupar ahora con tus hijos.

  • Porque tu modelo te hizo daño. Y no quieres repetirlo.

  • Porque las épocas cambiaron y todo lo que te dijeron que estaba bien, ahora no lo está. Porque tenemos más información y más consciencia.

¿Por qué es tan importante gestionar rabietas de manera adecuada?

El modo en que gestiones las rabietas irá moldeando la personalidad de tus hijos.

A través del aprendizaje de la gestión emocional tu hijo aprenderá a:

  • Gestionar las frustraciones de su propia vida.

  • Sobreponerse a las dificultades.

  • Negociar con otros lo que necesita.

  • Decir que no.

  • Poner límites.

  • Pedir lo que desea o necesita.

  • Conocerse a sí mismo.

  • Construir la vida que desea.

  • Expresar con palabras lo que siente.

  • Ser asertivo.

  • Tener vínculos sanos.

  • Entender los límites y respetarlos para ser una persona de bien.

  • Entender lo que está bien y lo que está mal y respetar a los demás.

  • Desarrollar sus potencialidades biológicas.

  • Desarrollar habilidades de autorregulación emocional.

  • Gozar de mayor salud mental, física y sensación de bienestar.

Menuda tarea, ¿no? Imagínate qué impacto tendría en todos estos ítems si lo hacemos con golpes, gritos, insultos y miedo.

¿Cómo gestionar rabietas de manera respetuosa?

La idea no es que esto te presione, te culpes o te exijas. Sino que sepas que tu función es muy importante. En mi opinión, más que aprender a escribir o a leer rápido. Recuerda que puedes pedirme una  sesión si quieres trabajar en esto.

Parece difícil pero es posible. No pasa nada si te equivocas, siempre se puede corregir.
Si quieres comenzar a gestionar con respeto las emociones de tus hijos, te recomiendo empezar por esto:

  • Trabaja en conocerte a ti. La consciencia sobre tus emociones te permitirá conectar con tus hijos y ayudarlos a gestionar las propias. Además, serás un ejemplo para ellos.

  • Sé consciente sobre qué valores quieres inculcarle a tus hijos. Piensa cada vez que le dices algo de qué manera eso lo refleja. Quieres que sean pacientes, pero ¿tú lo eres con ellos? ¿Quieres que no peguen, pero ¿tú les pegas? ¿Quieres que no griten, pero tú les gritas? Sé que esto puede ser difícil, si no lo logras, pide ayuda. No se resolverá solo.

  • Sana tus heridas. No te olvides de ti, eres madre pero también mujer. Estar bien contigo misma te permitirá estar bien para tus hijos.

  • Busca referentes de crianza que te den contenido, información y comienza a formarte. Estudia y aprende como lo harías con cualquier otra tarea importante.

  • Busca apoyo. Hay muchos grupos de madres donde poder sentirte apoyada.

La maternidad es transformadora y nos obliga a evolucionar.

Te recomiendo este libro para informarte un poco más.

 
  1. Calmarse. Capta la atención de tu hijo. Llevándotelo a otro sitio, bajando a su altura, mirándole a los ojos, conteniéndolo físicamente. Logra que se calme, consolándolo. Dándole confianza.

  2. Identificar y validar la emoción. Pregúntale qué le pasa, qué siente y qué quiere. Dile que lo exprese con palabras si ya habla y si no, díselas tú. «¿Sientes bronca porque te han quitado ese juguete y lo que quieres es que te lo devuelvan?» Ofrécele tus palabras para que pueda ordenar sus emociones y sus pensamientos. Valida sus emociones, dile que lo entiendes.

  3. Explícale las consecuencias de sus actos y las reglas. Lo que se puede y lo que no se puede. Lo que está permitido y lo que no. Lo que pasa si no lo cumplimos.

  4. Ofrécele un plan B. Dale una alternativa para compensar su frustración.

  5. Haz un acuerdo para la próxima ocasión. Logra su consentimiento. Termina con amor.

Los pasos 1, 2 y 5 los puedes usar para todo tipo de contacto con tus hijos. Una vez que te hayas acostumbrado a acercarte de esa manera a ellos cuando tienen un problema o necesidad, solo tendrás que emplear los 3 y 4 para la gestión de conflictos. Puede resumirse así:

Poner en palabras lo que siente + Expresar lo que necesita + Entender las consecuencias

Te dejo este artículo donde desarrollo más estos puntos. Si quieres acompañamiento en maternidad, crianza y etapa perinatal, escríbeme!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *