¿Conocías estos 10 avances científicos?

La ciencia avanza y con ella nuestra comprensión sobre el cuerpo, la mente y cómo interactúan con el entorno. En los últimos años, han surgido descubrimientos que replantean cómo entendemos la conexión entre emociones, salud y percepción. Estos hallazgos no solo derriban el antiguo «cerebro-centrismo,» sino que nos presentan una visión más integrada del ser humano. Aquí te comparto las 10 novedades de la ciencia que pueden transformar la forma en que nos relacionamos con nosotras mismas y con los demás y que probablemente no conocías.

10 novedades de la ciencia

10 Novedades de la ciencia

Comparto estos puntos porque hace ya varios años que existe esta información y sin embargo aún no se vuelve conocimiento. Quiero decir que no todas las personas se benefician de esta información. Compartirlo, además de aplicarlo en mis terapias, es mi granito de arena.

El poder de lo inconsciente

  1. «Siento, luego existo»: La primacía de las emociones en la toma de decisiones

La clásica afirmación «Pienso, luego existo» ha evolucionado hacia «Siento, luego existo». Investigaciones en neurociencia han demostrado que somos seres fundamentalmente emocionales, y que gran parte de la información que guía nuestras decisiones es inconsciente y se origina en el cuerpo. Estudios indican que aproximadamente el 85% de nuestras decisiones se basan en procesos emocionales y corporales inconscientes.

  1. Holobionte: Más allá del individuo

El concepto de holobionte redefine nuestra identidad biológica, sugiriendo que no terminamos en los límites de nuestra piel. Nuestros órganos se comunican entre sí y se sincronizan con los de otras personas. Esta perspectiva destaca la interconexión entre el microbioma humano y la salud general, enfatizando que somos ecosistemas complejos en constante interacción con nuestro entorno.

  1. La postura y su influencia en las emociones

Durante años, se creyó que sólo los pensamientos podían influir en nuestras emociones. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la postura corporal también tiene un impacto significativo en nuestro estado emocional. Por ejemplo, adoptar una postura erguida puede aumentar la confianza y reducir el estrés, mientras que una postura encorvada puede tener el efecto contrario.

  1. Subjetividad en la percepción

La percepción es un proceso altamente subjetivo, donde cada individuo experimenta la realidad de manera única. Diversas variables, como experiencias previas, emociones y contextos culturales, influyen en cómo interpretamos el mundo. Esta individualidad perceptual es comparable a una huella digital, lo que está llevando a la ciencia a enfocarse en estudios personalizados y en la comprensión de la subjetividad humana. Algo sorprendente ya que la ciencia siempre tiende a dar por válido lo que se repite de la misma manera en la mayoría de las personas.

Interconexión total

 
  1. El poder de la respiración

La respiración no solo es vital para la supervivencia, sino que también tiene un profundo impacto en nuestras emociones, pensamientos y salud general. Técnicas de respiración consciente pueden regular el sistema nervioso, reducir la ansiedad y mejorar la concentración. La respiración nasal, en particular, se ha asociado con mejoras en la memoria y la función cognitiva.

  1. De la neurociencia al enfoque interoceptivo

La neurociencia ha ampliado su enfoque para incluir la interocepción, que es la percepción de las señales internas del cuerpo. Este cambio reconoce que la mente y el cuerpo están intrínsecamente conectados y que el estado fisiológico del cuerpo influye en la función cerebral. Por ejemplo, se ha demostrado que el intestino regula el estado de ánimo y que la respiración nasal mejora la memoria. No impacta igual en tí un hecho si tu intestino está equilibrado que si no lo está.

  1. La conciencia compartida

Aunque aún está en debate, hay indicios de que la conciencia podría ser un fenómeno compartido, similar a cómo todos compartimos el oxígeno. Esta perspectiva sugiere que la conciencia individual está interconectada con la de otros, lo que podría tener implicaciones profundas para nuestra comprensión de la mente y la experiencia humana.

Todo es compartir

 
  1. La cooperación como esencia biológica

Contrario a la antigua creencia de que los microorganismos compiten entre sí, investigaciones actuales muestran que cooperan y se ayudan mutuamente. Esta cooperación es esencial para la salud y el equilibrio de los ecosistemas, incluyendo el cuerpo humano. Compartir y colaborar son fundamentales en la naturaleza y en nuestra biología.

  1. El corazón como líder

Aunque el cerebro ha sido considerado el centro de control, estudios recientes sugieren que el corazón desempeña un papel crucial en nuestra existencia. El corazón envía señales al cerebro que influyen en nuestras emociones, decisiones y bienestar general, indicando que el corazón marca el ritmo al cual el cerebro responde.

Estos avances subrayan la importancia de reconocer la interconexión entre el cuerpo, la mente y el entorno, y cómo esta comprensión puede transformar nuestra aproximación a la salud y el bienestar.

  1. Se acabó el cerebrocentrismo: hacia la neurociencia interoceptiva

La neurociencia ha evolucionado y ahora se conoce como neurociencia interoceptiva. Este enfoque reconoce que el cerebro no actúa solo, sino en coordinación con el resto del cuerpo, y que ambos están profundamente interconectados en una relación inseparable aunque distinguible. El cuerpo participa activamente en la mente, y viceversa; no hay mente sin cuerpo ni cuerpo sin mente.

Desde 2022, la influencia del organismo sobre el cerebro ha sido ampliamente aceptada. Ejemplos de esta interdependencia son el rol del intestino en la regulación del estado de ánimo, la influencia de la respiración nasal en la memoria y cómo el corazón puede actuar como un «marcapasos emocional,» marcando un ritmo al que el cerebro responde. Estos hallazgos distribuyen la responsabilidad del bienestar y la identidad en todo el cuerpo, desbancando la antigua idea de que el cerebro tiene el control absoluto.

Todas estamos conectadas y compartimos

Todos estos avances tienen en común el reconocimiento de la interconexión profunda entre cuerpo, mente y entorno. Se está pasando de ver al cerebro como el centro de nuestras funciones a entender que somos un sistema integral en el que emociones, percepciones y respuestas físicas son inseparables y co-dependientes. Este enfoque rompe con el individualismo y el “cerebrocentrismo,” resaltando que cada parte de nuestro organismo (y su interacción con otros) contribuye a nuestra salud, identidad y bienestar general.

 En mi opinión, estos descubrimientos nos abren muchas más posibilidades a la hora de ayudar a las personas a sanar. También nos lleva hacia terapias mucho más integrativas donde no vemos a la persona de manera separada, por un lado el cuerpo y por otro la mente.

En todas mis terapias aplico estas novedades científicas poniendo todos los recursos a tu disposición, si quieres comenzar un proceso de terapia, escríbeme.

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Si quieres informarte exclusivamente de los avances de la neurociencia, te recomiendo seguir a Nazareth Castellanos, mi neurocientífica favorita de este lado del mundo.

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